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Mostrando entradas de febrero, 2025

Expreso Titanic

Miré el reloj del celular y eran exactamente la 1.30. Dormía hacía casi una hora y me despertaron la sed y una tormenta feroz que azotaba la ventanilla, además de iluminar el colectivo entero con refucilos. Bajé al piso inferior y por suerte encontré una botella de agua fresca. Cuando volví a mi asiento empecé a escuchar los cuchicheos. Al rato ya eran conversaciones airadas que surgían desde el fondo. Traté de dormir otra vez, pero me volvieron a distraer los comentarios ahora más claros: el colectivo se estaba “inundando” allá atrás y los pasajeros empezaron a levantarse tratando no sólo de no mojarse el cuerpo, sino de salvar sus ropas y carteras de esa agua que venía desde el techo e invadía las bodegas altas. Pasaron tres o cuatro personas y fueron directo a hablar con el guarda. Yo no alcanzaba a descifrar lo que decían, pero rescatando alguna frase alcancé a entender que reclamaban alguna solución a la llovedera del fondo. Cuando el guarda subió y pasó varias veces como en tre...

El bicho

         Se levanta de golpe, sobresaltada.  Mira el rincón con repugnancia y sale del dormitorio con la espalda apretada sobre una de las paredes. Ese bicho. Busca a su padre en la habitación contigua, en medio de la penumbra. Se para al lado de su cama, y lo increpa: —Papá. Matá a ese bicho… Tomás aparta la sábana que le cubre la mitad de la cara y procura entender, sumergido en la niebla del sueño. Dice algo entre dientes mientras se calza las pantuflas. Siente los ojos de lechuza de su hija clavados en cada uno sus movimientos. Otra vez el bicho. Estoy harto. —El bicho, papá— repite Teresa como una letanía y con esa voz que viene vaya a saber de dónde. Entonces Tomás decide hacer otra jugada. Toma el escurridor de pisos apoyado en la pared del lavadero. Con su hija pisándole los talones, traspasa el umbral de la puerta del living y en otros diez pasos entra al dormitorio de ella. —¿Dónde está..? —Ahí en el rincón. Qu...