Primera cuestión; la lógica de las redes y el deporte olímpico (y bien argento) de linchar a todo el mundo, al mismo tiempo que nos entretenemos matando ídolos a garrotazos, como decía bien un gran poeta misionero. Segunda cuestión: fijarse obcecadamente en lo que nos incomoda y pasar por alto lo que tienen esas palabras para interpelarnos. Tercera cuestión: la literalidad como impedimento para pensar contextos y leer entre líneas. Empiezo por acá, por las dudas. Digo: Fito podría haberlo hecho mejor. Es un ser sensible, y un tremendo artista. De modo que él, que sabe lidiar con las palabras, podría haberlas puesto más claras y en contexto. Lo voy a decir yo y no para “traducirlo”; es por si alguien no se dio por aludido. No se llega a un nivel tan escandaloso de pobreza si no se admite que se hicieron mal, y hasta muy mal, unas cuantas cosas. Esa falta de autocrítica, de autopercepción de que estamos siendo parte del problema, es uno de lo...
Escritos y desvaríos. Pasen y lean, después me cuentan.